Carta de aromas: Albaricoque

Un descriptor muy habitual en el mundo del vino es el del olor a albaricoque. También se puede generalizar como aroma de frutas de hueso (o frutas drupáceas). En la cerveza no es tan habitual, pero a veces se encuentra.

Suele destacar en la cerveza debido a la combinación de aromas de los lúpulos frutales y las maltas. Y este olor viene, de entre otros, del compuesto químico Hexanoato de alilo.

Es frecuente encontrarlo en cervezas lupuladas con una buena carga de lúpulo, pero que a su vez tienen una fuerte presencia de la malta, como las American IPA o las Amber Ale más modernas.

Para aprender a reconocerlo es fácil: comprar en la frutería albaricoques (su temporada va de mayo a agosto en España) y cómelos. 5 piezas al día de fruta son las que recomiendan. Ojo, de fruta, no de cervezas que huelan a fruta, no te confundas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario